Ni duda cabe, como lo hemos señalado en diversas ocasiones, el gobernador Miguel Barbosa es un digno jugador de ajedrez y calcula cada uno de sus movimientos con la destreza de los grandes del deporte ciencia.
En el espinoso tema del retiro de la concesión del manejo, distribución y facturación del servicio de agua potable a la empresa, Concesiones Integrales SA de CV, el mandatario estatal tiene todas las de ganar y ha puesto contra la pared al Ayuntamiento de Puebla que encabeza Eduardo Rivera Pérez.
Barbosa anunció el inicio de las acciones legales correspondientes para retirarle la concesión del servicio a Agua de Puebla y regresar a manos del ayuntamiento que encabeza el panista, quien a su vez reviró y dijo que la comuna no tiene la capacidad financiera para hacerse cargo del manejo del vital líquido. Touche.
El gobernador gana puntos, porque él cumple una añeja promesa de campaña que realizó en 2018 y luego reiteró en el 2019, además de que son constantes las quejas en contra de Agua de Puebla, por el servicio que presta y además el costo de las tarifas-
En la percepción, el gobernador se pone del lado de la gente, al impedir que se incremente el costo de las tarifas en 16 por ciento, como se dice lo propuso Agua de Puebla, a la que vez que busca recuperar la concesión que se le entregó a esta empresa en los tiempos de Rafael Moreno Valle y que la mayoría de los ciudadanos reprobó en su momento, ya que representaba otro negocio más hecho al amparo del poder por parte de esa administración.
Ayer, el gobernador le recordó el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, que él durante su primera administración al frente de los destinos de la capital, consintió la privatización del servicio de agua potable, además de señalar que el ayuntamiento sí tiene capacidad financiera para hacerse cargo del manejo de este servicio y pedirle también que no se preocupe por la deuda que tiene este organismo, misma que la ha venido pagando, precisamente, el gobierno del Estado.
El gobernador queda bien con la gente, y ahora el balón está del lado del presidente municipal de Puebla, quien tiene en sus manos una verdadera “bomba de tiempo”.
A esta jugada ejecutada por el gobernador Barbosa se le llama en el ajedrez “captura al paso” y consiste en dejar que el adversario, capture un peón para meterlo en terreno e inconscientemente entrar al juego y al territorio del adversario, sacrificando un peón.
El alcalde Rivera está en el territorio en donde el gobernador Barbosa lo quiso poner. ¿Cuáles serán ahora sus argumentos para negarse a recuperar la concesión del servicio de agua potable?
Si el mandatario estatal logra recuperar la concesión mediante un acuerdo favorable con Agua de Puebla o alguna acción legal que le permita al gobierno no pagar la cláusula de recesión de contrato, la cual asciende a 3 mil 500 millones de pesos, sin duda será un éxito para Barbosa.
Rumbo al 2024, el gobernador dará un golpe duro sobre la mesa, para posicionar a su partido, Morena, en el ánimo electoral en la ciudad capital, para poder recuperarla en las elecciones de ese año y pelear en mejores condiciones con la coalición “Va por México” y sus posibles candidatos.
Reiteró, el gobernador atrajo al alcalde capitalino, al terreno en donde él quiere jugar, el retiro de la concesión del manejo del agua potable a Agua de Puebla fue una jugada maestra de su parte, porque gana puntos dentro de la población y a su vez, pone contra la pared a la comuna, a la cual no le va a quedar otra alternativa que recibir la administración y la cobranza de este servicio y recibirá todo el golpeteo por parte de la población, si este no se realiza de manera eficiente.
Por si fuera poco, la comuna queda maniatada porque no puede concesionar de nueva cuenta el servicio de agua potable, por cuestiones de tiempo y porque no sería costeable para la empresa interesada, porque tendría que ser solo para el periodo que le reste a la presente administración, para no requerir el visto bueno del Congreso local.
Ya se verá en qué termina todo este tema de la concesión del manejo del agua potable en la zona conurbada de Puebla y cuáles son las consecuencias de dicho acto. Lo cierto es que, se deben poner de acuerdo las autoridades, para que los ciudadanos no se vayan a ver afectados ante una eventual falta de suministro.
La relación entre el gobernador en turno y el alcalde capitalino en funciones siempre ha sido difícil, pero tampoco es imposible llegar a acuerdo y más cuando se trata de que sean los ciudadanos los que obtengan los beneficios inmediatos.
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