Una vez concluido el proceso electoral, los principales partidos políticos entrarán de manera necesaria en un proceso de renovación, para comenzar a prepararse rumbo al 2024, año en donde se habrá de renovar la presidencia de la República y la gubernatura.
Acción Nacional es un partido que vive una crisis institucional en Puebla desde la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, el pasado 24 de diciembre.
Desde la fatal caída del helicóptero, el panismo poblano no encuentra la brújula y se encuentra en manos de una mujer soberbia e ineficiente, Genoveva que lo único que hizo fue mermar la base electoral de este partido, resultado que fue maquillado en la pasada contienda electoral, por la victoria electoral obtenida por Eduardo Rivera Pérez en la capital, así como por Edmundo Tlatehui y Paola Angón en las Cholulas (San Andrés y San Pedro), respectivamente.
Huerta cumple sus tres años al frente del Comité Directivo Estatal del albiazul en el mes de noviembre, en donde habrá de renovarse este órgano de control del PAN, pero es un hecho que, si Genoveva repite, Acción Nacional, no tiene nada que hacer en el 2024.
Es por esta razón que varios personajes ya se comienzan a mover en busca de la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN, ente al cual, Genoveva transformó en un objeto de su propiedad y para su beneficio personal, así como de sus allegados. El mejor ejemplo, su socio de pillerías, Rasputín Alcántara, a quien le pago asesorías para las mujeres panistas, le autorizó vender candidaturas en el pasado proceso electoral, le permitió acosar sexualmente a mujeres y finalmente lo premio dándole el primer lugar de las “pluris” de este partido al Congreso local.
Consciente de esta situación, el presidente municipal electo, Eduardo Rivera Pérez, busca colocar a uno de los suyos, para que ocupe el lugar de Genoveva Huerta, el problema es que se trata de un personaje, muy “pequeñito”, Marcos Castro, quien ya fue secretario general de este partido.
Si Rivera aspira a algo más importante en el 2024 deberá de pensar en un personaje de mayores alcances, que no solo le garantice lealtad a su proyecto, sino que también tenga la capacidad de sumar y aglutinar al resto de la oposición y sumar nuevos militantes al albiazul.
La votación de Acción Nacional cayó de manera estrepitosa en todo el estado y lo que salvo a este partido fue la coalición de fuerzas, así como el resultado electoral de Eduardo Rivera, quien le sumó más de 240 mil votos al albiazul, mientras que, en el resto del estado, solo obtuvieron más o menos otros 260 mil votos.
Otro de los personajes que busca hacerse de la dirigencia estatal del PAN, es el diputado local electo, Rafael Micalco Méndez, quien ya ha sido dos veces dirigente del albiazul.
El problema de Micalco es que esta distanciado completamente de Eduardo Rivera, quien no vería bien la postulación de este personaje, el cual tampoco le aportaría mucho al panismo poblano.
Un personaje que estuvo retirado del pasado proceso electoral, merced a que fue hecho a un lado por Genoveva Huerta, ya que le estorbaba para hacer de suyas, es el experimentado, Francisco Fraile García, quien ahora, es una buena opción, merced a su experiencia, ya que también se necesita de alguien que pueda sentarse a negociar con el gobernador Barbosa y que, al mismo tiempo, reconstruya la alicaída estructura panista en el estado.
También quien busca la dirigencia estatal de Acción Nacional, es el diputado federal electo por el distrito 12, Mario Riestra Piña, quien podría ser una buena opción, el problema es que Riestra no transita con todos los grupos, muchos lo ven como un personaje soberbio y engreído, además de que quiere acaparar todas las posiciones.
Otra alternativa es el ex presidente municipal de San Andrés Cholula, Miguel Ángel Huepa, quien fuera cercano a Genoveva Huerta (son compadres), pero tomó su distancia de la dirigente estatal y ha comenzado a construir con muchos de los liderazgos que fueron excluidos por este personaje.
Estas son las opciones que se manejan para buscar en noviembre la dirigencia estatal del PAN, como se puede ver, ninguna de estas obedece ya al extinto morenovallismo, el cual buscó perpetuarse a través de Genoveva Huerta y Fernando Manzanilla.
Por cierto, cualquiera de estos personajes que logre suceder a Huerta Villegas, deberá de tomar su distancia de Manzanilla, quien ya quedó comprobado, es solo un mito genial que se creó a la sombra de Rafael.
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