En su conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su admiración por el pueblo peruano y lamentó no poder visitar lugares emblemáticos como Machu Picchu debido a la situación actual. Sin embargo, enfatizó que la falta de normalidad democrática en Perú impide el establecimiento de relaciones económicas y comerciales entre ambas naciones.
El presidente agradeció a los legisladores peruanos que se opusieron a la declaración de persona non grata en su contra, aunque señaló con decepción que “lo cepillaron”.
Además, reiteró su postura de no entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico a Dina Boluarte, a quien considera que usurpa el cargo. Esta decisión del Congreso peruano ha generado tensiones diplomáticas entre México y Perú.
El pronunciamiento del Congreso peruano destaca que el presidente Obrador ha realizado declaraciones públicas cargadas de falsedades sobre Perú, calificándolas de injerencistas e irresponsables. Además, se menciona que el mandatario mexicano desconoce la sucesión legítima constitucional de la presidenta Boluarte y no cumple con las obligaciones internacionales establecidas en el acuerdo marco de la Alianza del Pacífico.
Estas discrepancias entre México y Perú tienen como trasfondo la situación política en el país andino. López Obrador ha respaldado públicamente a Pedro Castillo, quien considera que ganó las elecciones de forma libre y democrática, y cuyo encarcelamiento tras intentar dar un golpe de Estado ha generado controversia.
