El pasado 9 de septiembre, un juez determinó que el exlíder del Cartel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, cumpliera el resto de su condena en prisión domiciliaria, pero un problema con el brazalete de localización complicó su traslado, porque parece que el capo permanecerá recluido en el penal de Puente Grande, Jalisco, lo que resta del año.
La empresa que provee el brazalete de geolocalización y vigilancia no cumplió con los parámetros requeridos por la autoridad para que Félix Gallardo alias “El Jefe de Jefes” pueda continuar con su sentencia de 40 años en su domicilio. Ante esta falta, un juez federal dio por terminado el contrato de arrendamiento y prestación de servicio de monitoreo.
De esta manera, la diligencia de la colocación del brazalete quedó suspendida, lo cual no significa que Félix Gallardo permanecerá el resto de su condena en la cárcel, por el contrario, el juez informó que la resolución del arresto domiciliario sigue vigente tal y como fue aprobada en septiembre por el juez séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales de Ciudad de México.
La defensa del capo del narcotráfico acusó que tanto la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana como la Guardia Nacional obstaculizaron de forma maliciosa el decreto de confinamiento domiciliario.
¿Qué pasó con Félix Gallardo?
El capo fundador del Cartel de Guadalajara, tiene actualmente 76 años, además de un deficiente estado de salud. Entre sus numerosos problemas se encuentran una neumonía, hernias, la perdida de visibilidad en un ojo, se está quedando sordo y no tiene sensibilidad en algunas partes del cuerpo. Ante dicho estado de salud, su defensa solicitó que narcotraficante obtuviera el beneficio de la prisión domiciliaria.
Incluso, el año pasado “El Jefe de Jefes” sostuvo una entrevista con Telemundo, en la cual miró a la cámara para dirigirse al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. En su mensaje, le pidió al mandatario federal que le concedieran arresto domiciliario, ya que consideró que el presidente de México es un humanista que ayuda a combatir la desigualdad. Agregó que solo quiere ser “un cadáver que no aspira a más que a ser enterrado en la raíz de un árbol”.
Los delitos del “Jefe de Jefes”
En 1989, fue detenido en su lujosa casa en la calle Cosmos de Guadalajara, por narcotráfico, ya que se le acusó de operar un servicio de taxis aéreos para traficar droga, particularmente cocaína, a Estados Unidos. A este cargo se le sumaron acopio de armas, cohecho, delitos contra la salud. Además, se le atribuyó el asesinato del agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena Salazar.
Ante todos estos crímenes, se esperaba que el capo saliera de la cárcel en 2029, pero sus familiares solicitaron que pasara el resto de su condena en un domicilio de seguridad aprobado por el Gobierno de México.
