Publicada el día de ayer en el Diario Oficial de la Unión Europea (UE) y con aplicación inmediata, en el bloque europeo se emitió una medida por la que quedó prohibida la entrada a todas las aves de corral y de caza, así como de sus derivados, provenientes de los países de Estados Unidos (EE.UU.), Canadá y Reino Unido. Esto ante la detección de un brote de la gripa aviar en los animales de las naciones mencionadas.
De acuerdo a los medios locales, fue el pasado 2 de mayo que Canadá dio aviso a las autoridades europeas de que se detectó un brote del virus en una granja local, confirmado por nueve aves que dieron positivo a las pruebas. A su vez, EE. UU. confirmó 14 brotes el 17 de mayo, mientras que Reino Unido informó sobre un ave con la misma patología reportada por las autoridades de las naciones norteamericanas.
Asimismo, se compartió que las autoridades sanitarias de los tres países se comprometieron a aplicar las medidas sanitarias necesarias para evitar la propagación del virus en las aves. Por lo que determinaron poner en confinamiento varias granjas con animales que dieron positivo a la prueba, así como a las que posiblemente tengan infectadas, desde los primeros casos que se registraron.
En ese sentido, se compartió que un centenar de aves fueron sacrificadas como medida adicional para que el virus no se propague de manera descontrolada. Evitando de esta forma que los productos se vean encarecidos en la zona europea por un posible desabasto de los mismos.
Situación que la Comisión Europea se encargó de verificar, por lo que indicó que las medidas fueron apropiadas y un posible contagio de las aves a las granjas locales de Europa queda descartado. No obstante, la UE señaló que prefiere mantener la medida emitida ayer por un poco más de tiempo para evitar una posible propagación local del virus.