La pandemia de Covid-19 provocó la necesidad de adecuar las viviendas para afrontar el confinamiento así como generó complicaciones en el pago de los créditos, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El presidente de la Junta de Gobierno del INEGI, Julio Santaella Castell, presentó los resultados de la “Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) 2020”, destacó que el estudio se realizó entre los meses de octubre y diciembre.
Indicó que la encuesta se aplicó a una muestra de 55 mil viviendas que representan a las más de 35.3 millones de casas particulares en las que se comprobó que el 92 por ciento de estos inmuebles están construidos con paredes de ladrillos y blocks.
Señaló que las viviendas de hasta 55 metros cuadrados de construcción son consideradas como casas “pequeñas” y representan el 28.1 por ciento, mientras que aquellas que van de los 56 a 100 metros cuadrados son el 41 por ciento.
Julio Santaella agregó que las viviendas que van de 101 a 150 metros cuadrados de construcción significan el 15.6 por ciento y aquellas que van más allá de los 150 metros significan el 15.1 por ciento de los 35.3 millones de casas particulares.
Mencionó que este estudio arrojó que el 25 por ciento de las viviendas en México tienen una antigüedad de más de 31 años, mientras que el 29 por ciento está entre los 11 a 20 años y un 9 por ciento son nuevas con un tiempo de construcción cinco años o menos.
Respecto a la tenencia de las viviendas mencionó que el 68 por ciento son propias y están pagadas totalmente o en proceso lo que representan 24 millones de inmuebles construidos en el país.
Acotó que el 57 por ciento de los propietarios son varones mientras que el 42 por ciento son mujeres, dependiendo si la vivienda está en el ámbito rural o urbano debido que en el primer caso la prevalencia es de una de cada tres mujeres.
Apuntó que para la adquisición de la vivienda el 18 por ciento de los propietarios recurrieron a la contratación de un crédito Infonavit mientras que el 57 la construyó con recursos propios.
Julio Santaella subrayó que en la ENVI 2020 se presentó un crecimiento de 17 a 21 por ciento la compra de vivienda nueva así como pasó del 13 a 15 por ciento la adquisición de una casa usada, mientras que creció de 15 a 16 por ciento la renta de un inmueble para vivir y de 13 a 14 por ciento las prestadas.
En este sentido, dijo que la renta de casas es el resultado que en su mayoría las personas no tienen acceso a un crédito hipotecario bancario o Infonavit o en su caso carece de recursos para adquirirla.
Explicó que durante la emergencia sanitaria un cuarto de las 35 millones de viviendas en el país requirieron una adaptación para poder sobreponerse al confinamiento voluntario sugerido por las autoridades para evitar un contagio por Covid-19.
Santaella Castell expuso que las afectaciones económicas provocadas por el virus SARS-CoV-2 llevaron al 55 por ciento de los encuestados por el INEGI a enfrentar complicaciones para el pago de vivienda y en el caso de Puebla representaron 190 mil viviendas.