Un elemento de la Guardia Nacional murió de un disparo en la cabeza, que él mismo se habría dado, dentro de la base de operaciones en la región de Teziutlán, anoche.
Fueron sus compañeros quienes, al llegar a su centro de trabajo en el barrio de Chignaulingo, descubrieron al uniformado tirado en el suelo en un lago de sangre y con la herida de bala en la cabeza.
Aunque llegaron paramédicos poco después, al revisar a la víctima, confirmaron su deceso.
Por ello, dieron parte a las autoridades ministeriales de la Fiscalía General del Estado quienes se encargaron de las diligencias del levantamiento de cadáver de quien fue identificado como Ramiro Hernández Miranda, originario del municipio de Hueytamalco, quien se habría suicidado con su arma de cargo.
Hasta el momento se desconocen los motivos que lo orillaron a tomar la fatal determinación.