Los mensajes del gobernador Alejandro Armenta han sido muy claros, va por eliminar los privilegios y el control que dos organizaciones han ejercido en Puebla, la 28 de Octubre y Antorcha Campesina.
Estas dos polémicas e históricas organizaciones populares crecieron demasiado, convirtiéndose, gracias a las canonjías otorgadas por diversos gobiernos, en verdaderos monstruos, entes autónomos con todo el poder económico para desafiar al poder político.
La 28 de Octubre, encabezada por su líder, Rubén Sarabia Sánchez alias “Simitrio”, ha tenido diferentes altibajos a lo largo de su historia.
Surgida en el año de 1973, La 28 creció mucho a partir de los años 1980, siendo gobernador Guillermo Jiménez Morales, quien, se dice, patrocinaba a esta organización, la cual pasó de asesorar a ambulantes y comerciantes, a controlar mercados, casas, taxis y transportes.
El poder que acumuló en aquellos tiempos “Simitrio” llegó incluso a poner de cabeza a los gobiernos municipales y al estatal, hasta que Mariano Piña Olaya decidió detener al “monstruo” que el propio sistema había creado.
“Simitrio” fue detenido el 4 de julio de 1989 durante un operativo encabezado en ese entonces por el director de la Policía Estatal, el mayor José Ventura Rodríguez Verdín, y traslado a la Ciudad de México y, posteriormente, regresado a Puebla. Durante la administración de Melquiades Morales Flores, “Simitrio” fue liberado, sin embargo, volvió a ser detenido el 19 de noviembre de 2014 y puesto en libertad el 15 de junio de 2017.
Durante el tiempo en el que estuvo detenido, su entonces esposa, la fallecida Rita Amador, y sus hijos mantuvieron el control de esta organización, la cual vino a menos, e incluso la hija de “Simitrio”, Meztli Sarabia, murió asesinada el 29 de junio de 2017.
Durante los gobiernos morenistas, la 28 de Octubre, recuperó parte de su fuerza gracias a los gobernadores Miguel Barbosa y Sergio Salomón Céspedes, quienes para contrarrestar a Antorcha Campesina, fortalecieron a La 28 y la convirtieron en su grupo antagónico, otorgándole el manejos de los estacionamientos del parque de béisbol Hermanos Serdán, del Cuauhtémoc y del auditorio GNP, todos ellos de espectáculos deportivos y artísticos.
El control de la organización creció también en el tema de mercados y transporte, chocando de manera directa con Antorcha, sobre todo al sur de la ciudad de Puebla.
Hoy el gobernador Armenta ha dado los primeros pasos para terminar con el poder económico de esta organización al retirar de la circulación todos los taxis piratas que circulan sobre la Atlixcáyotl, a la altura de Lomas de Angelópolis, así como también retirarles la concesión del manejo de los estacionamientos de los estadios y el auditorio, como lo anunció el coordinador del Gabinete, José Luis García Parra.
En el mismo camino va contra Antorcha, organización también nacida en los años 1970 y cuyo poder económico rebasa, y por mucho, al de la 28 de Octubre.
Antorcha, cuya base es el municipio de Tecomatlán, maneja varios municipios, el más importante, Santa Clara Ocoyucan, en donde se asienta ya una tercera parte de Lomas de Angelópolis y de los pocos lugares hacia donde aún se puede extender la mancha urbana.
Antorcha mantiene presencia en otras entidades, como el Estado de México, en donde han gobernado Ixtapaluca, uno de los municipios más grandes del país.
Además tienen gasolineras, gaseras, casas, restaurantes, transporte público, grúas, colonias enteras en todo el municipio de Puebla capital, ambulantes, maestros y muchas cosas más.
Su convocatoria es muy fuerte, solitos pueden movilizar a más de cien mil personas, sin ningún problema, ya han dejado constancia de ello en varias ocasiones, cuando han logrado llenar hasta el tope el estadio Cuauhtémoc.
Las cosas con Antorcha no son tan fáciles como parece, aunque la organización se ha mantenido cautelosa, ante los señalamientos del mandatario, quien busca limitar el poder de esta organización.
Como dijera el césar del boxeo, Julio César Chávez, por cierto, amigo del gobernador Armenta, “¡hay tiro!”, a ver de qué cuero salen más correas.
La banalización del Congreso
Cuentan los que saben que la líder del Congreso local, Laura Artemisa García Chávez, ya dio un fuerte “manotazo” sobre la mesa para dejar en claro que el Pleno del Congreso local, no se puede utilizar para hacer tiktoks, o para estar pachangueando en las redes sociales.
Dicen que la presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política está preocupada, pues no quiere que la Legislatura local se convierta, diría el clásico, “en un pinche circo”.
