Poco habla en público de temas partidistas.
Pero cuando lo hace, es contundente.
Y el mensaje que manda –o pretende mandar– no solo se escucha claro, sino sobre todo llega a todos sus destinatarios, quienes lo entienden sin asomo de dudas.
Este lunes fue el caso.
El gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina puso orden, con un enérgico manotazo sobre la mesa, en el proceso interno de Morena para definir la Coordinación Estatal de los Comités de Defensa de la Transformación: no hay nada definido y las encuestas que algunos aspirantes han mandado a publicar en medios editados en la CDMX no pueden considerarse ciento por ciento confiables.
Eso dijo, palabras más, palabras menos, y fijó de ese modo reglas no escritas de civilidad en medio de la fiebre demoscópica que está escalando en Puebla.
Esa compra de espejitos que nadie se cree.
Olvidan esa máxima de su Jefe Supremo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, que reza más o menos así:
“Tonto es el que cree que el pueblo es tonto”.
La intervención del gobernador de Puebla llega en buen momento.
Lo hace desde su autoridad como líder moral y real del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la entidad.
“Hoy en día en Puebla no hay nada para nadie”, afirmó en su conferencia matutina.
Y agregó:
“Las cosas cambian todos los días y a cada momento.
“Nadie, para mí, puede decirse vencedor o ganador…
“Así es que seremos respetuosos y esperemos los resultados que dé en su momento el partido, después de una medición muy permanente, muy profesional y muy transparente”.
La intervención de Sergio Salomón en este asunto tiene valor de sentencia.
Un estate quieto para todos, pero en especial para los acelerados que, además, ridículamente, quieren presionar al Gran Elector mandándole mensajes en forma de encuestas.
¡¿Quién los asesora, por Dios?!
Ya lo había dicho hace unos días Alfonso Bermúdez, representante de Morena ante el Instituto Electoral del Estado (IEE) de Puebla:
“La única encuesta válida es la que se realizará a través de la Comisión Nacional de Encuestas”.
Pero como parece que no lo escucharon, o no lo quisieron escuchar, entonces salió el gobernador a dejarlo todavía más claro:
No hay nada definido, señores y señoras.
Esto cambia todos los días.
Nadie puede declararse vencedor o vencedora.
Quien afirme lo contrario, es un mentiroso o una mentirosa contumaz.
Sergio Salomón no lo dijo, no puede decirlo, pero la realidad –esa terca– es la que hemos venido reiterando y que sabíamos desde el principio:
No definirá la democracia interna.
No los aplausos.
No las porras.
No el confeti.
No los mítines.
No los informes legislativos.
No las encuestas cuchareadas.
No los desayunos de dizque unidad.
No los cientos de anuncios espectaculares.
No la prensa.
No los columnistas.
No los matraqueros, comecuandohay y correveydiles de siempre.
No.
No.
Mil veces no.
Será única y exclusivamente el Gran Elector de Palacio quien defina.
Él y solo él.
Su Majestad El Dedo Divino.
Nadie más.
No entenderlo, es perderse de la realidad.
Por eso, el mensaje del gobernador Sergio Salomón adquiere mayor relevancia.
¡Calmados todos y todas!
No coman ansias.
Ni se aceleren.
El o la que va a ser, será, y nadie lo podrá evitar.
Pero todo en su momento.
El INE y la rebelión de los partidos
Por cierto.
Morena, PAN, PRI y PRD, unidos por primera vez, tronaron contra el INE por atreverse a pedirles que propongan mujeres en cinco de las nueve candidaturas a las gubernaturas en juego en 2024.
Todavía peor: plantearon que se excluya a los tres estados (Puebla, Jalisco y Yucatán) que ya cuentan con una legislación sobre alternancia o paridad y que, en todo caso, únicamente se aplique en seis: tres mujeres y tres hombres.
Acusaron al INE de asumir facultades que no le corresponden y de no respetar su derecho a la autoorganización –cualquier cosa que esto signifique.
Dijeron que si ya establecieron en sus estatutos la paridad y dichos documentos fueron palomeados por el propio INE, entonces les deberían dar libertad de establecerla como a ellos se les antoje.
Por ejemplo: en el caso de Puebla, dijeron, no se hizo una ley secundaria.
Total, una rebelión en pleno.
Dejaron el tema inconcluso y lo van a retomar tal vez a finales de semana.
A ver en qué acaba la telenovela.
Toño López, carta fuerte del PT a la alcaldía
José Antonio López Ruiz, diputado local de Puebla por el Partido del Trabajo. Foto: Especial
Con un diagnóstico preciso, de contraste y con datos duros sobre la ciudad, sus problemas y propuestas para solucionarlos, el diputado local del Partido del Trabajo (PT) José Antonio López Ruiz es la carta fuerte de ese partido lopezobradorista a la alcaldía poblana.
Toño López, como es mejor conocido, presentó este lunes su Segundo Informe de Resultados con sus compañeras y compañeros de la bancada petista local.
Es muy probable, se considera en el PT, que como parte de la negociación de la alianza con Morena, la postulación en Puebla capital sea para ese partido, por lo que toma relevancia la aspiración del legislador.
En su informe, en particular, destacaron datos que realizó en un formato innovador y desenfadado.
Levantó una encuesta que bautizó como “100 poblanos dijeron”, que arrojó resultados muy parecidos a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), respecto de las principales preocupaciones de los habitantes de esta capital:
Toño López describió que en Puebla lo que más preocupa son los baches (80.9 por ciento), la delincuencia (70.9 por ciento) y el alumbrado (67.4 por ciento).
En su participación en este informe colectivo, al que acudieron el gobernador de Puebla y la gobernadora de Tlaxcala, así como el presidente del Congreso del estado, Eduardo Castillo López, Toño López enumeró las propuestas legislativas en temas como prevención del delito, educación, salud, juventud, economía, emprendimiento, justicia, bienestar y equidad de género.
También en el rubro de gestión destacó su trabajo en apoyo al abasto familiar, servicios integrales, mastografías y capacitación para el autoempleo en mujeres.
El momento clave, que no se nos olvide, también está tocando a la puerta de los otros cargos para 2024.
La carta ahí está.
Y muchos lo están mirando ya.
