Nadie puede negar que el modelo puesto en marcha por el Frente Amplio por México, para la elección de su candidato a la Presidencia de la República, ha sido un éxito, tan es así que el propio presidente López, todos los días en su mañanera, habla del tema, lleva dos semanas sin imponer la agenda pública en el país.
La irrupción de Xóchitl Gálvez en este proceso, ha sido una “bocanada” de aire fresco para la oposición y para la propia vida política del país, inundada por la propaganda morenistas, la cual dominaba la agenda nacional, con las “corcholatas” del presidente, la cuales destapadas, han comenzado a perder gas.
Ninguna de las “corcholatas” ha destacado dentro de este proceso interno, ni Claudia Sheinbaum, quien se pasea por el país, padeciendo en cada uno de sus eventos los reclamos de los sectores sociales, que ya están francamente confrontados con el presidente.
Sin el apoyo de los gobernadores, se acabaron los eventos multitudinarios de la ahora ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien además tiene que hacer frente el “fuego amigo” que se ha desatado en su contra, lo cual la ha hecho ver incómoda durante estos primeros días de pre, pre precampaña.
Ante este panorama es innegable que el Frente integrado por el PAN, el PRI y el PRD, han recuperado parte del terreno perdido ante el electorado, luego de la derrota sufrida ante el aparato oficialista en la elección del estado de México.
Por esta misma razón, el Frente Amplio debería de replicar este modelo, para ponerlo en marcha en las nueve entidades en donde habrá que elegir a sus candidatos a igual número de gubernaturas que están en juego, sin perder de vista el tema de género, que se ha convertido en un auténtico juego de ajedrez para las diferentes fuerzas políticas del país.
El modelo deja fuera las tentaciones por parte de las dirigencias de los tres partidos políticos, de tratar de meter la mano en el proceso, para imponer candidatos que no cuentan con el apoyo popular, tal y como ha ocurrido en las entidades en donde la entonces coalición, sufrió derrotas, principalmente en los estados gobernados para el PRI.
El método de selección de los candidatos, ha dejado al margen a las dirigencias nacionales del PRI, del PAN y del PRD, algo que reclamaba de verdad la militancia, seguramente se reservarán las candidaturas a las diputaciones y senadurías por el principio de representación proporcional, lo cual, hasta pudiera ser justo, y que están prestando las siglas de “su partido”, para efectos.
En el caso de Puebla, sería muy interesante ver en competencia por ejemplo, a un Eduardo Rivera, al cual todos damos con el seguro candidato mediarse con un Jorge Estefan, si no es que decide jugar con Morena, contra un Carlos Martínez Amador o una Blanca Alcalá, o sus propias compañeras de partido, la senadora Nadia Navarro y la diputada federal, Genoveva Huerta o hasta con un candidato ciudadano que pudiera por ahí alzar la mano, tal vez la presidenta del Instituto Nacional de Acceso a la Información, la poblana, Blanca Lilia Ibarra Cadena, la cual podría ser una muy grata sorpresa. También en este bloque pudiera estar la senadora Nancy de la Sierra.
Y qué tal una interna por la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, entre Mario Riestra Piña con Néstor Camarillo o la propia Blanca Alcalá Ruiz, con una Ana Teresa Aranda Orozco o hasta un Jorge Aguilar Chedraui, representado al bloque morenovallista del albiazul o un Herberto Rodríguez Regordosa como representante de la sociedad civil o hasta también el candidato del Yunque, el regidor, Carlos Montiel.
Una interna por las posiciones uno y dos de la fórmula para el senado de la República entre Jorge Estefan, Blanca Alcalá, Lucero Saldaña, contra Paco Fraile, Ana Teresa Aranda, el “Tigre” Humberto Aguilar, Carlos Martínez Amador, Julián Rendón, Silvia Tanús o Néstor Camarillo.
Esto sin duda reactivaría la oposición en Puebla y pondría en el escenario al Frente Amplio, contra los candidatos del oficialismo, Nacho Mier, Alejandro Armenta, Claudia Rivera, Olivia Salomón, Julio Huerta o Rodrigo Abdala, quienes se roban todos los espacios políticos existentes hasta el momento en Puebla.
No hay espacios vacíos, ni en la vida, ni mucho menos en la política, el Frente debe de poner en marcha el mismo mecanismo en los estados en donde habrá elecciones, pero con reglas claras y tiempos bien definidos para todos los que aspiran a algún puesto de elección popular por estas siglas.
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