La dupla de Genoveva Huerta Villegas y Eduardo Alcántara Montiel –que representan el último reducto del morenovallismo dentro del PAN— por segunda vez consecutiva perdió la competencia por la dirigencia del Comité Municipal de Puebla, que es una posición que han buscado afanosamente desde hace tres años para disputarle al grupo del edil Eduardo Rivera Pérez el control político del albiazul.
El coordinador de los diputados locales del PAN, Eduardo Alcántara Montiel, fue quien impulsó que –en esta ocasión– la candidata de los morenovallistas a la presidencia del partido en la capital fuera la también legisladora María Guadalupe Leal Rodríguez, quien no logró el registro para competir por un adeudo de 100 mil pesos de cuotas partidistas. Un pequeño gran detalle que muestra que esta facción política no pasa por su mejor momento.
Dicha descalificación representa un fuerte revés para la ya reducida corriente morenovallista, que no atina a ganar nada desde hace mucho tiempo.
El año pasado Genoveva Huerta perdió el control de la dirigencia estatal del PAN y ahora, Eduardo Alcántara se tambalea en la coordinación del grupo parlamentario del albiazul en el Congreso del estado, por mostrara poca capacidad de mantener cohesionada la fracción panista.
Y a lo anterior se debe agregar la fuerte crisis que atraviesa la edil panista de San Pedro Cholula, Paola Angón Silva, quien es parte de la facción morenovallista y enfrenta una abierta y ruda confrontación con los regidores de su propio partido, que se han encargado de exhibir las presuntas anomalías financieras que ocurren en el ayuntamiento de ese municipio.
Incluso se especula que la actitud de los regidores panistas de San Pedro Cholula es una estrategia para provocar la caída de la edil Paola Angón y quitarles a los morenovallistas el único ayuntamiento que les queda.
Hace tres años, mediante el apoyo de Genoveva Huerta Villegas –en ese entonces en su calidad de presidente del PAN en el estado— y del Fernando Manzanilla Prieto, que aunque en esa época era legislador de la 4T influía en el albiazul, se postuló a Eduardo Alcántara como candidato a la presidencia del Comité Municipal del PAN en la capital. En dicha ocasión el aspirante morenovallista perdió frente a Jesús Zaldívar Benavides al obtener mil 90 votos contra mil 294 de su rival.
En su desesperación, los morenovallistas se inventaron un fraude electoral al exhibir un manojo de 20 boletas electorales y sostener que se habían desaparecido 200 papeletas, situación de la que nunca pudieron presentar pruebas. Aún así, emprendieron un litigio que llegó a los tribunales y tardó casi un año en resolverse.
En revancha, Genoveva Huerta desde la dirigencia estatal del partido por varios meses negó todo apoyo económico al Comité Municipal que encabezaba Jesús Zaldívar, con la intención de “ahogarlo económicamente”.
Ahora por segunda vez los morenovallistas se habían fijado como una meta central el disputar y ganar la dirigencia del partido en la capital.
Dos objetivos guiaban esa empresa. Primero: buscaban ganar el Comité Municipal del PAN para ser utilizado como un contrapeso al gobierno del edil Eduardo Rivera Pérez, como parte de una vieja disputa entre el panismo morenovallista y el panismo tradicional, representado por el alcalde de la capital.
Segundo: Eduardo Alcántara y Genoveva Huerta tienen proyectado pelar la candidatura del PAN a presidente municipal de Puebla en el proceso de sucesión de 2024. Y como parte de ese objetivo, era fundamental tener el manejo del Comité Municipal del albiazul en la capital.
Incluso ya tenían definido que Eduardo Alcántara Montiel buscaría la postulación a edil en 2024, un proyecto que cada vez se encuentra más alejado de sus posibilidades reales.
El problema de fondo es que los morenovallistas se están jugando la supervivencia política, ya que están perdiendo todo: posiciones, seguidores y sobre todo la posibilidad de poder trascender luego del proceso lectoral de 2024.
Su principal dificultad es su incapacidad de hacer alianzas o acuerdos con otras expresiones internas del PAN. Es un grupo sectario que sólo actúa a favor de sus intereses.
El desenlace de la próxima elección interna del PAN es que Jesús Zaldívar Benavides camina sin rivales a reelegirse como presidente del Comité Municipal del partido en la capital.
Más allá de que no tiene un contendiente, Zaldívar logró incorporar una planilla con representantes de cinco corrientes internas del partido, lo cual le ha dado fuerza a su proyecto de seguir tres años más al frente del PAN y marca una fuerte diferencia ante el sectarismo de la dupla de Huerta y Alcántara.