La tragedia de San Baltazar Temaxcalac –que costó tres vidas— era previsible por el errático y abusivo gobierno que ha encabezado la edil de San Martín Texmelucan, Norma Layón Aarún, pues al largo de los 3 años y 10 meses que lleva en el cargo se ha destacado por realizar programas de obra pública fraudulentos, sin calidad, sin controles y siempre, con la sospecha de sobreprecios o de que sirven para hacer negocios con el erario.
Eso explica lo ocurrido ayer en San Baltazar Temaxcalac donde, a dos días de haber inaugurado la remodelación de un enorme tanque de agua, el contenedor se desplomó sobre unos vecinos que estaban ahí circunstancialmente en la plaza principal del pueblo. Y que, al examinarse la estructura colapsada, se descubrieran tubos oxidados, carcomidos por el paso del tiempo y que ni siquiera fueron pintado en la reciente intervención de dicho armazón, que costó más de 2 millones de pesos.
A todas luces ese episodio se enmarca en el delito de fraude contra el desarrollo urbano y una actitud criminal del gobierno de Layón, que en su primera reacción le echó la culpa a los pobladores de San Baltazar Temaxcalac, incluidas a las víctimas, al recriminar que estaban ahí “tomando” bebidas alcohólicas, como si esa fuera un motivo para que alguien muera aplastado por tanque de agua.
Por eso la gestión de Norma Layón Aarún se ha convertido en “un gobierno oxidado”, que dejó de servir desde que arrancó.
Antes de 2018, Norma Layón era una promotora de los proyectos políticos del periodista ultraderechista Pedro Ferriz de Con, uno de los fundadores de Frena, el frente que busca derrocar al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Como un ejemplo de los extravíos ideológicos y de sentido común de Morena, Layón apareció como candidata a edil hace 5 años y ganó por la popularidad de López Obrador; además de que el electorado vio en esta mujer empresaria una alternativa a la larga lista de gobiernos corruptos del bipartidismo texmeluquence del PRI y el PAN, así como del estrafalario ayuntamiento que encabezó Noé Peñaloza, el dueño de la fábrica de cerámica Santa Julia.
Lo que parecía ser un gobierno novedoso, fresco y que iba a tener una forma diferente de llevar la administración pública, se desgastó al poco tiempo de arrancar por el afán de la edil de privatizar el agua potable de San Martín Texmelucan, emulando al exgobernador panista Rafael Moreno Valle Rosas.
Por eso el gobierno de Layón se oxidó al poco tiempo de haber arrancado y esa afirmación no es exagerada, sólo hay que revisar los siguientes datos:
No hay una sola obra pública relevante en el municipio en los 46 meses que lleva en el cargo.
Los escasos proyectos que ha emprendido, todos han estado impregnados por la mala calidad –como calles remodeladas con una insignificante capa de asfalto nuevo—y la sospecha de sobreprecios. De ser utilizados para el beneficio económico de empresas privadas y no para la colectividad del municipio.
Y todos los proyectos de obras públicas grandes que ha querido emprender, se han frustrado por carecer de planeación, de utilidad social, de solución a los graves problemas urbanos del municipio y a veces, hasta por carecer de sentido común.
Como cuando quiso construir 800 locales comerciales en la parte superior del mercado municipal Domingo Arenas. Una idea que le frenaron los locatarios y que la edil quiso echar andar sin tener un proyecto acabado, sin justificar el propósito y lo más importante, sin demostrar que el edificio de ese centro de abasto tenía la capacidad de soportar el peso que se le quería echar encima.
No solo es el tema de la obra pública en lo que hay una situación desastrosa. Con el gobierno de Norma Layón se ha vivido el periodo de mayor deterioro de la seguridad pública, por la incursión del crimen organizado y por la corrupción policiaca que ha convertido a San Martín Texmelucan en uno de los municipios más violentos del estado.
Layón tiene una presencia pobre en el municipio.
Gobierna a través de terceras personas.
Y atiende más en la capital del estado, que en el municipio que se supone gobierna.
En junio pasado logro reelegirse en medio de la sospecha de un fraude electoral.
Y no hay el más mínimo esfuerzo de su gobierno para cambiar su errática conducción