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Una de las sorpresas del proceso electoral fue el triunfo de Rogelio López Angulo en la disputa por la presidencia municipal de Huauchinango, lo cual significó una bocanada de oxígeno al Partido Nueva Alianza (Panal), que parecía estar en fase agónica y la votación de la Sierra Norte le permitió obtener una diputación plurinominal. Sin embargo, esa victoria –de manera prematura— se está empezando a convertir en un dolor de cabeza para el Panal, pues su candidato ganador le está queriendo dar la espalda a dicha fuerza política.
Rogelio López Angulo fue alcalde de Huauchinango en el trienio de 2008 a 2011, el cual fue un periodo muy complejo por la expansión del cartel de los Zetas a esa región de la Sierra Norte. Tres años más tarde, otra vez bajo las siglas del PRI, buscó regresar a la presidencia municipal y fue derrotado por el morenovallista Gabriel Alvarado Lorenzo, quien contendió postulado por el PRD y apoyado por el PAN.
Decidido a regresar a la alcaldía, en un tercer intento, encontró cerradas las puertas del PRI, su partido de origen, y aplicando el pragmatismo que dominó en el actual proceso electoral, quiso saltar a Morena, en donde mucho tiempo se le consideró como el principal aspirante a la postulación de Regeneración Nacional.
Sin embargo, también en Morena vio frustrados sus intentos de ser aspirante a edil pues se le atravesó en el camino los intereses del senador Alejandro Armenta Mier, quien promovió que la postulación recayera en el matrimonio de morenovallistas formado por Gabriel Alvarado Lorenzo y Liliana Luna Aguirre, siendo esta última la abanderada morenista, pese que meses atrás militaba en el PRD y había buscado ser aspirante de Movimiento Ciudadano.
Parecía que a Rogelio López Angulo le jugaba ruda la vida, pues por segunda vez parecía ser frenado en su camino a la alcaldía por el empresario hotelero Gabriel Alvarado Lorenzo, quien consiguió por igual las candidaturas de Morena de Huauchinango y de Xicotepec de Juárez, luego de que en el segundo municipio la nominada fue su hermana Gabriela Alvarado.
Estando en la orfandad política, apareció el Panal –dirigido por el ex secretario general del SNTE 23, Emilio Salgado Néstor—que en la presente contienda se dedicó a recoger a los políticos excluidos de Morena y el PRIAN, como un recurso para sobrevivir luego de que dejó de ser el partido del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
López Angulo se vio beneficiado de tres factores fundamentales:
Primero: la miopía de los dirigentes de Morena que nunca pudieron percibir el enorme repudio que Liliana Luna Aguirre en Huauchinango y Gabriela Alvarado Lorenzo en Xicotepec de Juárez provocaban en las bases obradoristas de la Sierra Norte.
Nadie olvidó el fuerte vinculo de Liliana Luna con la fallecida gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, que en la campaña electoral de 2018 operó una estrategia para hacer perder a Morena a como de lugar en la lucha por la titularidad del Poder Ejecutivo del estado de Puebla.
Por eso las bases obradoristas salieron a votar contra las candidatas de Morena en Huauchinango y Xicotepec de Juárez.
Segundo: el candidato del PAN, Rafael Gutiérrez, siempre fue de mucha antipatía para un sector importante del electorado identificado con Acción Nacional, que no veían al aspirante como un cuadro genuino del albiazul.
Tercero: el afán de mucha gente de que no ganara Liliana Luna, incluido el actual alcalde morenista Gustavo Vargas, y ante la debilidad de la mayoría de los candidatos, el voto se inclinó a favor del único aspirante que no entraba en el terreno de las fobias más marcadas del electorado, es decir las circunstancias beneficiaron a López Angulo.
Cuatro días después de los comicios, López Angulo recibió su constancia de mayoría como alcalde electo y en un breve discurso, manifestó: “Esta campaña fue totalmente ciudadana. Ganó Huauchinango y ganó limpiamente”.
Lo que pocos se imaginaban es que no era un simple discurso, sino que efectivamente el triunfador de la votación del 6 de junio da por un hecho que él ganó por su talento personal, por su carisma, por haber sido más poderoso que su acérrimo rival Gabriel Alvarado Lorenzo, a quien finalmente le ganó la revancha.
Por esa razón se ha negado ha recibir a los dirigentes regionales del Panal y ha marcado su distancia, indicando que ya acabó la contienda y deja de ser un cuadro del Partido Nueva Alianza.
Dicho de otra manera: todavía no llega al cargo de edil y la soberbia ya se apoderó de su actuar.
Aún no rinde protesta y se olvidó de las promesas de campaña, que era gobernar con los cuadros del Panal.
Una situación difícil para este político, que pudo ganar su primera alcaldía y ésta tuvo éxito por la intervención fundamental de dos mujeres: Noé González Cabrera y Leticia Ánimas. Ambas ya fallecidas.