La historia de la humanidad tal parece resumirse en una sola palabra, traición.
La traición de Judas Iscariote marca del inicio de la pasión de Jesús, episodio que dará pie a la creación de una de las religiones que más se ha extendido en el mundo, el Cristianismo.
El Camelot, creado por el rey Arturo y sus caballeros de la mesa redonda, se termina, por lo que se creé, fue una traición de Lacelot, quien se enamoró perdidamente de la esposa del monarca, la reina Ginebra.
Hamlet, el clásico de Shakespeare, está inspirado en la traición de un hermano de sangre a otro hermano, para quedarse con el trono y con su esposa. El hijo del monarca, asesinado, el príncipe de Dinamarca se hace pasar por loco para planear su venganza.
La historia de México también está plagada de traiciones y cambios de bandos, el mejor ejemplo de esto en el siglo XIX fue Antonio López de Santa Anna, que saltaba del bando conservador al liberal, y viceversa, una y otra vez.
Todo esto viene a colación porque el grupo morenovallista, encabezado por la presidenta estatal del PAN, Genoveva Huerta, y su asesor estrella, “Rasputín” Alcántara, ya se dieron a la tarea de tratar de establecer puentes con el gobernador, Barbosa.
Incluso, cuentan que “Rasputín” ya envió el siguiente mensaje al mandatario: “Díganle al señor, que como el mismo dijo, todas la alianzas tienen fecha de caducidad y la nuestra con Manzanilla ya feneció”.
Por supuesto, que esto solo puede ser un montaje más para tratar de desviar la atención, sobre el poder que ejerce Fernando en el grupo morenovallista, incrustado en el PAN, pero en caso de ser cierta la versión de que buscan separarse de Manzanilla, este grupúsculo, incrustado al interior del albiazul, se consolidaría como unos expertos en traiciones.
Las malas noticias para este grupo de traidores es que el gobernador Barbosa no está interesado en sentarse a negociar con ellos, ni muchos menos a escuchar sus propuestas, ya que está consciente de que el que traiciona una vez, traiciona dos veces.
En la pasada entrega advertí sobre la formación de una quintacolumna interesada en jugarle las contras al próximo candidato del PAN a la alcaldía de Puebla y ya les dije, no hay nada nuevo bajo el sol, es el grupúsculo que perdiendo, gana y ganando, pierde.
Vaya sorpresa. El gobernador Barbosa se sacó un as de la manga el día de ayer, cuando anunció el nombramiento de Ana Lucía Hill, como nueva secretaria de Gobernación, en sustitución de David Méndez Márquez.
Hill se desempeñaba como coordinador general de Protección Civil en el estado y se convierte de esta forma en la primera mujer en ocupar esta posición en la historia de Puebla.
La nueva secretaria de Gobernación desarrolló un buen papel en su tarea del frente de Protección Civil Estatal, sobre todo ante la llegada de la pandemia y como una pieza fundamental para el buen éxito del Pacto Comunitario.
Se dice que su arribo a esta dependencia, tal vez sea solo momentáneo y que dependerá mucho de lo que suceda con la designación del candidato de Morena a la alcaldía de Puebla. Al menos eso es lo que se dice.
Mario Montero Jr va por una diputación local. Quien se anotó para contender por una candidatura a la diputación local por el distrito 17 con cabecera en Puebla, es Mario Montero Rosano, hijo del exdiputado, ex dirigente estatal del PRI y ex secretario de Gobernación en la era de Marín, Mario Montero Serrano, a su vez hijo del decano del periodismo radiofónico, Enrique Montero Ponce.
Mario, desde muy joven, ha incursionado en la política, razón por la cual a nadie le debe de sorprender su incursión en busca de una candidatura.
Lo que si llama la atención es que lo haga por Morena, el partido del presidente López Obrador, cuando su padre militó durante muchos años en el PRI, pero en fin, Montero Rosano ya hizo su elección y ya veremos qué es lo que resulta.