En las mediaciones de la garita de San Ysidro, en la ciudad mexicana de Tijuana, un grupo de aproximadamente medio centenar de migrantes ha improvisado un campamento. Estos migrantes, provenientes de países como Rusia, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Venezuela y algunos mexicanos, buscan atención por parte de las autoridades estadounidenses para solicitar asilo humanitario.
La razón detrás de este campamento es la dificultad que enfrenta para obtener una cita mediante la aplicación CBP-One, la única opción para ingresar legalmente y presentar sus casos. Al no poder acceder a este sistema, han decidido establecerse cerca de la garita de San Ysidro en busca de una oportunidad de solicitar asilo.
Este campamento es un reflejo de la situación que se vive en la frontera desde que terminó el Título 42 en Estados Unidos. Esta medida, implementada por la administración de Donald Trump y continuada por el presidente Joe Biden, tenía como objetivo la expulsión inmediata de migrantes debido a la pandemia de la COVID-19.
Aunque la frontera norte de México se ha mantenido tranquila relativamente en las últimas semanas, con un flujo constante de migrantes y albergues al máximo de su, la llegada de extranjeros a la garita de San Ysidro ha advertido desde el fin del Título 42.
Sin embargo, con el fin de esta medida, Estados Unidos ha instaurado el Título 8 y ha establecido nuevas restricciones para solicitar asilo. Esto ha generado un flujo migratorio sin precedentes en la región, con más de 2.76 millones de indocumentados interceptados por Estados Unidos en la frontera con México durante el año fiscal 2022.