En una conferencia sobre la estabilidad europea, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, informó que, tras el conflicto con Ucrania, las relaciones con la Unión Europea han quedado dañadas, por lo que especula que nunca serán las mismas. Por tal motivo pidió a los líderes rehacer las fronteras de seguridad.
Sentenció que el apoyo que recibe Ucrania de Occidente ha hecho que los acuerdos de seguridad creados desde que concluyó la Guerra Fría hayan dejado de tener sentido. Pues agregó que el riesgo de un conflicto nuclear es alto, aunque ninguna potencia quiere que la guerra llegue a esos niveles.
Serguéi Lavrov precisó a los países de occidente retomar la discusión sobre dejar fuera de la OTAN a todos los países entre Rusia y Alemania del este, pues consideran que la integración de estos países rompe con los acuerdos de seguridad previamente establecidos. Aunque señaló que es muy probable que las naciones europeas no quieran entablar una mesa de diálogo con diplomáticos rusos.
De la misma forma, precisó que tanto Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y Vladimir Putin, mandatario ruso, han expresado que una guerra nuclear es un conflicto que ninguna nación puede ganar, aunque la retorica está presente.
Por ejemplo, Vladimir Putin ha expresado que su intención no es desatar una guerra nuclear, pero aseguró que defenderá los territorios anexados por todos los medios, pues el mandatario sostiene que Ucrania tiene la intención de utilizar armas radioactivas.
Serguéi Lavrov justificó los ataques contra centrales eléctricas y otros puntos clave para la vida civil, pues considera que aquellos objetivos afectan a las Fuerzas Armadas de Ucrania e impiden que los países de la OTAN manden armas de fuego a los ucranianos.
De la misma manera, detalló que el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), William Burns, mandó un mensaje al Kremlin en el que sentenció que cualquier ataque nuclear o con armas sucias sobre la población de Ucrania, no quedará impune, por lo que habría una respuesta inmediata de Estados Unidos.