Después de que el gobierno negara el domingo que los disparos en varios cuarteles del país fueran un golpe de Estado, ayer por la tarde los mismos militares los confirmaron al aparecer en la televisión estatal y leer dos comunicados al respecto.
Según lo anunciado por el capitán Sidsoré Kader Ouédraogo, portavoz del Movimiento Patriótico por la Salvaguarda y la Restauración (MPSR), el gobierno y el parlamento de Burkina Faso fueron disueltos, por lo cual ellos asumieron el control del país africano y mantienen recluido en un cuartel al expresidente Roch Marc Christian Kaboré y varios funcionarios.
Asimismo, indicó que esta decisión se tomó y se llevó a cabo con la finalidad de regresar al buen camino y luchar en unidad por la soberanía e integridad del país, que desde el 2015 se había perdido con el inicio del mando del ahora expresidente.
En cuanto a las medidas que tomarían, manifestó que por el momento cerraran todas las fronteras y aplicaran las leyes de su país para reestablecer el orden, regresando el mando en un tiempo razonable a los ciudadanos.
Por su parte, Estados Unidos y la Unión Europea pidieron que la situación se resuelva a través del diálogo y no de las armas, al mismo tiempo que solicitaban la liberación de Kaboré. Mientas que la Unión Africana y Comunidad Económica de Estados de África Occidental condenaron las acciones de la milicia de Burkina Faso.