Con el objetivo de evitar una crisis en el suministro de combustible tras el ciberataque perpetrado contra la mayor red de oleoductos de Estados Unidos, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró estado de emergencia.
La medida gubernamental se produce después de que Colonial, la empresa que provee el 45 por ciento del combustible que se consume en la costa este estadounidense, interrumpiera sus operaciones tras haber sido objeto de un ciberataque mediante un “ransomware”, un programa que bloquea el acceso a la información a cambio del pago de una recompensa para liberarlo.
En una conferencia de prensa, DeSantis dijo que su administración monitorea los efectos del ciberataque y el impacto que está teniendo en la parte norte del estado, al tiempo que pidió una mayor implicación del gobierno federal.
Bajo la orden de emergencia del gobernador, el estado eliminaría las restricciones de peso y tamaño de los camiones cisterna de combustible para permitir que llegue más gasolina a la región.
