Se acerca la fecha en la que México deberá comparecer para sostener su X Informe Periódico ante el Comité de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de la ONU (CEDAW).
A partir de 1980, México adoptó este instrumento y lo ratificó en 1981. Su importancia radica en que es el primero de los instrumentos que reconoce las condiciones estructurales de desventaja de las mujeres, las diversas formas de discriminación y establece parámetros de políticas públicas para su combate.
Con un marco obligatorio de cumplimiento para los países que lo han signado, si consideramos que es este el segundo instrumento internacional más ratificado por Estados miembros de la ONU, podemos observar que es generalizada la problemática que viven las mujeres en todos esos países y el compromiso que tienen los Estados miembro de dar resultados.
Incorporar la perspectiva de género en todas las instituciones, políticas y acciones para garantizar la igualdad de trato, eliminar la discriminación directa e indirecta de las mujeres y promover la igualdad sustantiva son algunos de los compromisos que deben traducirse en acciones de política pública.
A México se le extendió el plazo de seis años (2018-2024) para entregar el documento por el escenario extraordinario de crisis de violencia de género, que tuvo un repunte de homicidios dolosos y desapariciones de mujeres en 2019 (2 mil 876) de ahí que le fue solicitado presentar un informe de “Medio tiempo” en el 2020.
Sin embargo, la problemática de violencias contra mujeres y niñas continúa al alza, el aumento de matrimonios y uniones infantiles forzadas aun cuando están prohibidos en las leyes, que “tienen un impacto negativo en el desarrollo integral de niñas y adolescentes, exponiéndolas a violencia, el abuso sexual, sobrecarga de trabajo de cuidados, así como de explotación en el trabajo doméstico y agrícola”, son los grandes pendientes a resolver en México y son temas de los que también debe dar cuenta en la comparecencia.
Y es que estos pendientes son fenómenos que se relacionan –como mencionan las expertas– con las desigualdades de género, violencia, pobreza, abandono escolar, embarazo adolescente, marcos legales y políticas inadecuadas que ponen en riesgo el desarrollo de las mujeres, niñas y adolescentes y que justamente representan los temas que México se ha comprometido a atender al adoptar este instrumento.
El próximo 17 y 18 de junio estaremos atentas a esta comparecencia ante la ONU de las personas que acudan con la representación de México.
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Palabra de Mujer Atlixco
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