Hay muchas razones para negar el aumento al transporte público en Puebla, aquí algunas:
No cumplieron con la modernización de sus unidades, pese al aumento autorizado.
Muchas personas pierden la vida por la imprudencia de sus conductores.
Causan demasiados accidentes los operadores y no respetan los reglamentos viales.
Sus conductores no están capacitados para dar un buen servicio a los pasajeros.
Las unidades que tienen están viejas e inseguras para los pasajeros.
Y otras tantas razones por las que el Gobierno del Estado no debe aceptar el incremento a la tarifa del transporte.
Ojalá y las autoridades estatales no cedan a las presiones de los concesionarios y operadores, ya que sería desastroso para la economía de los poblanos otro ajuste a la tarifa.
El Gobierno del Estado debe ser enérgico en obligar a modernizar todas las unidades del transporte público, capacitar a sus conductores, colocar los botones de pánico y las cámaras de seguridad a las que se comprometieron.
Eso debería hacer el gobierno.
Pero habrá que ver en qué termina la protesta del próximo lunes en las oficinas de la Secretaría de Movilidad en la colonia La Paz.
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