Una de las primeras pruebas de fuego para el Partido Revolucionario Institucional, con miras a las elecciones del 2012, está en puerta: la renovación de sus 217 comités municipales, sin provocar, una vez, las dolorosas heridas que siempre, históricamente, han dejado como saldo funesto la derrota electoral.
En este caso, un error así resultaría imperdonable. Inaceptable. Pues en juego está, por decirlo de alguna forma, la última carta que el tricolor tiene si realmente desea revivir de las cenizas, regresar a Los Pinos.
Nadie en su sano juicio puede negar lo que se escucha en cafés, en los corrillo políticos, el PRI necesita ganar, regresar a la presidencia del país, para darle un poco de oxígeno a quienes hoy se encuentran y sienten en la orfandad, como es el caso poblano, luego de la derrota del año pasado.
Así las cosas, Juan Carlos Lastiri, el líder estatal del tricolor, tiene un enorme reto a cuestas, el de renovar sus comités municipales, sin salir herido de muerte. No es para nada una tarea fácil, menos en este momento en que los priístas pareciera, andan sin rumbo fijo, sin saber bien a bien a quién deben obediencia y mucho menos lealtad.
Es cierto que habrá algunos municipios en donde el jaloneo por el comité tricolor no pase de alguna leve discusión, de breves asperezas fáciles de limar. Sin embargo habrá otros en donde las cosas podrían tornarse rudas.
Sin ir más lejos, Puebla capital amenaza con ser el primer dolor de cabeza para Lastiri. Y cómo no, si la conciliación entre grupos no se aprecia fácil. Cómo lograr empatar los intereses, por ejemplo, de Pablo Fernández del Campo, con los de Juan de Dios Bravo.
A Pablo Fernández, ex diputado local, no le pueden restar méritos, pues además de ser un profesionista preparado, tiene la gran, enorme ventaja, de ser un priísta con fuertes e importantes nexos con la derecha poblana, a través del sector empresarial, lo que en estos momentos es sin duda un plus para quienes aspiran a obtener una posición política.
Además, tiene a su favor el hecho de que la gente lo perciba como un político joven, preparado y particularmente conciliador.
Contrario a ello, Juan de Dios Bravo no pasa por su mejor momento, pues su reciente desempeño en el gobierno nada grato de recordar de Blanca Alcalá, no fue precisamente exitoso, sin embargo parece estar decidido a dar la batalla por hacerse de la presidencia del comité municipal del Revolucionario Institucional.
Es claro que el ejemplo de Puebla podría multiplicarse en un número importante de municipios, y si la meta de la dirigencia estatal priísta es lograr llegar con candidatos de unidad a lo largo y ancho de la entidad, se antoja más que complicado lograrlo.
Así que el reto de Lastiri no es fácil. Ya se verá en el corto plazo su capacidad de conciliación y sus aptitudes en la operación política.
Todo, sin olvidar que el objetivo de renovar los comités es básicamente uno: estar con la caballería lista para el 2012. Ojalá y por pelear los centavos no se olviden de los pesos, pues es juego está nada menos que recuperar Los Pinos.
Scrabble Político
Últimamente Puebla está en boca de todos. Particularmente en el aspecto turístico. Hace apenas una semana el programa “El Sabor de los Oficios”, emitido por Utilísima, se grabó en la entidad, mostrando la rica gastronomía regional.
Y este fin de semana, la revista México Desconocido, en su edición por Internet, envió cientos de correos donde se aprecia como nota principal, la invitación a conocer “Puebla de Zaragoza”, comer en La Conjura, propiedad por cierto del periodista Jesús Manuel Hernández, una exquisitas tapas, ensalada y buen vino, hospedarse en el Hotel Colonial, que, señala el mismo artículo, a pesar de estar calificado como de 3 estrellas, el servicio y confort de las habitaciones lo harían merecedor de algunas escalas más.
El articulista también exhorta a visitar museos, en particular el “Museo Bello”, caminar por las bellas calles del Centro Histórico y tomarse un café en los Portales.
Lo dicho, Puebla anda últimamente, en boca de todos. Ojalá y se refleje en los bolsillos de prestadores de servicios y por ende, en la economía local.