Tras la aplastante derrota que le propinó Gustavo Madero Muñoz a Ernesto Cordero Arroyo en la primera e histórica elección interna azul en la que se jugó la presidencia nacional del PAN, es interesante analizar cuál es el saldo del enfrentamiento panista y quiénes los damnificados.
Y es que los maderistas y corderistas se dieron con todo.
Atrás quedó la imagen conservadora y timorata del PAN en los comicios y en su estilo de operarlos, ahora incluido el suyo.
Los panistas parecen haber perfeccionado las artimañas priistas y las acciones para revertir una elección cueste lo que cueste.
En el plano nacional hay que señalar que el gran derrotado ni siquiera fue Ernesto Cordero, sino el ex presidente, Felipe Calderón Hinojosa, y su esposa, Margarita Zavala Gómez del Campo.
Cordero sólo es un títere que siempre es lanzado al vacío sin paracaídas.
Con el resultado de la elección panista ya se vio que el corderismo es un fiasco y el calderonismo está en crisis, va en picada y está a punto de extinguirse.
Calderón perdió la presidencia de la República y ahora la elección panista que le aseguraba supervivencia en las filas de su partido. ¿Qué le queda?
Ahora el reducto calderonista estará supeditado a lo que mande y ordene Gustavo Madero.
De entrada, los alfiles maderistas, gobernadores, senadores, diputados federales y regidores tendrán el reconocimiento, la consideración y el apoyo irrestricto del nuevo dirigente nacional del PAN.
Y ni qué decir del gobierno federal peñista, el cual encuentra una negociación política más flexible con Madero que el trato que siempre ha tenido con Cordero.
En Puebla, dos de los panistas más perjudicados, daminificados, a nivel nacional con la derrota del ex secretario de Hacienda son el senador, Javier Lozano Alarcón, y el ex secretario General de Gobierno en Puebla, Fernando Manzanilla Prieto.
Francisco Fraile García y Ana Teresa Aranda Orozco, hay que decirlo, ya están acostumbrados a la derrota y les da igual.
Empero, Lozano y Manzanilla, ambos se tiraron a matar y se jugaron su poco o mucho capital político con la figura de Ernesto Cordero y nunca dimensionaron lo peligroso de su apuesta.
En contraparte, debido a que ahora Puebla es uno de los bastiones más importantes del PAN nacional y de Gustavo Madero, el gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas, se convierte en uno de los panistas más poderosos e influyentes en su partido.
Y razones sobran para asegurarlo.
El mandatario poblano se jugó completa la elección con Gustavo Madero y al mismo tiempo su proyecto presidencial que hoy camina por la ruta ideal.
En el ámbito local está probado y comprobado que el grupo morenovallista es dueño del PAN y amo de El Yunque.
Con el triunfo de Madero el gobernador poblano se fortalece y abre una nueva ruta para llegar a la candidatura panista a la presidencia en el 2018. Ahora cuenta con todo el apoyo del CEN de su partido.
En Puebla, en el PAN, queda claro que no hay otro líder que el gobernador.
Como sea, el mandatario y su grupo se adjudicaron otro triunfo, otra elección y otro respaldo grande para su gran proyecto nacional.
El futuro político de El Yunque y el de Eduardo Rivera Pérez, el malogrado ex edil capitalino, ahora dependen completamente de Rafael Moreno Valle.
¿Quién podría creerle el discurso de unidad y compañerismo a Lalito y sus huestes?
Es penoso el ridículo que hacen simulando que festejan el triunfo de Madero.
Públicamente convocan a la unidad panista pero en privado se dedican a denostar la figura del mandatario poblano y de sus operadores más cercanos.
Lo cierto es que los ganadores de la interna panista son dos: Rafael Moreno Valle y Gustavo Madero; a los perdedores ya todos los conocemos, y también son dos: Calderón y Cordero.
El panorama político no podría ser el mejor para el gobernador poblano.
Y para refrendar la teoría, ayer, durante la primera entrevista que concedió Madero a un medio nacional luego de la elección panista -a Milenio TV-, al primero en agradecerle su triunfo fue a Rafael Moreno Valle, quien, además, estuvo muy cerca de él durante su primera conferencia de prensa.
Si había dudas del proyecto presidencial conjunto que ya encabezan ambos, Moreno Valle y Madero, ahí tienen la respuesta.
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