El Congreso del Estado, la LXI Legislatura y sus 41 diputados parece que empiezan a meterse en polémicas y grillas innecesarias que deberían evitar, a fin de evadir una jaqueca de dimensiones importantes.
Tan sólo ayer, se registraron en la sede del Poder Legislativo tres eventos emblemáticos que retratan y reflejan la imagen del Congreso poblano y, por supuesto, de sus diputados.
Eventos, hay que decirlo, que mostraron el lado bueno, malo y feo de este poder de gobierno.
Lo bueno en esta ocasión es la permanente renovación de puestos y cargos en la administración y distintas áreas operativas de la LXI Legislatura, liderada por el diputado morenista Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
El último y más reciente nombramiento se dará en la Unidad para la Igualdad de Género del Poder Legislativo del Estado, donde será designada como titular la ex diputada priista Rocío García Olmedo.
De más está decir que Rocío García es una experta en temas de género, incluso formó parte del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, además que apoyó, impulsó y promovió la reforma para la despenalización del aborto en Puebla.
La ducha priista ha sido una figura muy crítica debido a que en Puebla, de acuerdo a su postura, no existen acciones contundentes en contra de la violencia de género, particularmente por parte del gobierno y de los distintos poderes del estado.
El año pasado, aún como legisladora, lamentó que Morena y el gobierno de la 4T haya privilegiado sus intereses por encima del bienestar y los derechos de las mujeres, toda vez que la iniciativa para abordar y legislar la interrupción legal del embarazo no prospero por falta de voluntad de la bancada mayoritaria.
Las y los integrantes de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso del Estado, encabezada por la diputada petista Nora Merino Escamilla, aprobaron a Rocío García como propuesta para asumir la titularidad de la Unidad de Igualdad de Género, perfil que será puesto a consideración de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, donde es un hecho que se aprobará.
Lo malo ocurrido ayer en el Congreso, fue la postura de algunos diputados que subieron a tribuna a escupir sandeces y cuestionamientos sobre el conflicto en la Udlap, tales como el diputado de Morena Roberto Solís Valles.
El flamante legislador cuestionó a todo mundo cuando no ha sido capaz -en siete meses- de abrir la boca para apoyar la causa estudiantil.
Arremetió contra toda la familia Jenkins, contra Guillermo Jenkins de Landa, contra el ex rector Luis Ernesto Derbez Bautista, a quien acusó de orquestar una trama para hacer cosas muy malas.
Hágame, usted, el re cochino favor.
De paso intentó darle un raspón a los diputados panistas, quienes junto con la diputada Nora Merino, fueron los que revivieron el conflicto en la Udlap y provocaron, a la postre, la renuncia -como rector- de Armando Ríos Piter, “El Jaguar”.
Ya vimos que para ridículos está bueno el diputado Roberto Solís.
Lo feo del Poder Legislativo, finalmente, fue la comparecencia del Secretario de Turismo, Gabriel Biestro Medinilla, a quien los diputados que integran la Comisión del Trabajo, Competitividad y Previsión Social se la pasaron adulando en vez de cuestionar.
Al diputado Mariano Hernández Reyes, del PT, ya sólo le faltó ponerse de tapete para que el secretario del trabajo se limpiara los pies en su saco.
Y lo mismo el resto de los legisladores, quienes incluso felicitaron a Biestro por su nombramiento como secretario, pero a quien hubiese sido interesante cuestionar sobre el Programa llamado Redes de Autoempleo Solidario (RAS), por ejemplo, mismo que opera su dependencia.
El RAS consiste en la creación de tiendas de abarrotes, con venta de productos básicos como tortilla o café, por ejemplo.
El objetivo es emplear a por lo menos 5 personas en cada espacio de venta, aunque, al parecer, el programa se quedó cortó y dejó en el limbo a por lo menos 120 personas que ya habían aprobado su proyecto.
Y lo mismo se quedaron parte de los seis millones de pesos que estaban destinados para el programa, y para la creación de un total de 750 cooperativas.
Otro tema interesante es la erradicación del trabajo infantil en Puebla, el cual se mantiene al alza y no a la baja como debería ser.
Nuestros diputados esta vez prefirieron halagar y vanagloriar al secretario del trabajo, quien tampoco es responsable de los logros o pendientes de la dependencia que encabeza.
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