El levantón y asesinato de cuatro personas en Tulcingo del Valle y el posterior interrogatorio y homicidio del comandante de la Policía Municipal, es el fiel reflejo de que la Mixteca Poblana ya es ingobernable.
La confesión que hizo el comandante Maurilio antes de ser asesinado y descuartizado, es un síntoma de la ingobernabilidad en Tulcingo del Valle.
No se puede llamar de otra forma, que una mujer de nombre Jaqueline haya ordenado al comandante asesinar a Gonzalo, Clara, Fabiola y Pedro, y dejar sus cuerpos en un paraje del municipio de Huanuxtitlán, Guerrero.
La revancha llegó muy pronto y el cuerpo del comandante Maurilio apareció descuartizado y en bolsas de color negro en un parque público con la firma de “El Señor de los Tacos”.
Así de grave es la situación que se vive en la Mixteca Poblana, debido a que no hay un solo lugar en donde prevalezca la fuerza del Estado.
Tulcingo del Valle y Acatlán son los puntos más peligrosos, pero así están desde Izúcar de Matamoros hacia toda la Mixteca.
Ya no hay un lugar seguro en esta parte del estado.
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Las víctimas del brutal asalto en la colonia Fuentes de Aparicio están a la espera de justicia.
El jefe de familia baleado sigue grave pero estable.
La familia que fue golpeada y encañonada con armas de fuego de alto calibre recibe el apoyo de Eduardo Rivera Pérez y de su esposa.
Afortunadamente el alcalde de Puebla cumplió su palabra y ha dado todo el apoyo posible a las víctimas.
Pero falta que la Fiscalía General del Estado detenga a la peligrosa banda de asaltantes.
Al jefe de familia le dispararon en la cara y lo podrían hacer con cualquier otra persona.
Por eso urge sean detenidos y encarcelados.
Gilberto Higuera tiene la obligación de dar la misma importancia a este caso como a otros en donde se han detenido pronto a los responsables de delitos graves.
Este terrible caso no puede quedar impune y no debe ser olvidado.
Aquí nos encargaremos de recordarlo, hasta que se detengan a los responsables.
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