Este día que el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, presente el programa de Seguridad deberá tener una repercusión inmediata por el asesinato de siete mujeres en lo que va de febrero.
Es una ola de asesinatos que debe ser frenada urgentemente.
Hay casos que han sido públicos y con gran cobertura mediática, pero otros no.
Aquí un doloroso y breve recuento de los asesinatos de mujeres:
Rosa María Hernández Reyes fue reportada como desaparecida el 5 de febrero y su cuerpo fue localizado sin vida en Guadalupe Victoria; en este caso no hay detenidos.
Tania y Brenda salieron a un baile en Esperanza y fueron atacadas y asesinadas (hubo una sobreviviente) en Atzitzintla; por el momento no hay detenidos.
María Angélica Hernández fue asesinada en Libres en compañía de cuatro de sus amigos; en este caso ya hubo dos detenidos por el múltiple homicidio.
En San Lucas Ayotayenco, Texmelucan, fueron asesinadas dos mujeres en un enfrentamiento entre grupos de delincuentes; no hay personas detenidas.
Este fin de semana en Chietla, Melania Valdivia Durán fue asesinada por su ex pareja sentimental de nombre Oscar; ella había ganado el juicio de pensión alimenticia para sus dos hijos y el sujeto logró escapar con la ayuda de sus familiares.
A esta ola de violencia se le debe sumar el caso del embolsado que apareció ayer en San Martín Texmelucan.
Ojalá y la nueva estrategia del gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, pueda tener efectos positivos inmediatos.
Urge retomar la seguridad y evitar más muertes de mujeres.
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