Un partido político no puede transformarse sin un mapa que muestre el lugar en donde se está y el punto al que quiere llegar. El mapa es la ideología básica que es la inspiración y la lealtad al esfuerzo de los fundadores. El anhelo se renueva con el tiempo y la ideología se adapta, sin traicionarse en lo esencial, a los tiempos.
Luis H. Álvarez.
La ley en materia electoral es sin duda una de las más estudiadas y analizadas con especial cuidado por parte de actores políticos, Partidos, gobiernos, medios de comunicación y población en general. Lamentablemente, por una inclinación a buscar recovecos para adelantar pretensiones electorales a sus correspondientes contrincantes, ya sea internos a sus partido político o externos. Por ello es que el Código Electoral es actualizado contantemente.
Sin embargo, hace pocos días tuvimos en Puebla una más de las desafortunadas declaraciones del ejecutivo del Estado, pues llamó a sus colaboradores a manifestar sus intenciones electorales para el 2024. Este hecho sorprende por varios motivos.
Es el titular del poder ejecutivo quien llama romper los tiempos electoralmente constituidos, pues faltan no menos de setecientos días para la contienda ya “destapa a sus aspirantes”. El artículo 200 Bis del Código Electoral es muy claro al prohibir estas manifestaciones de promoción rumbo a cargos públicos fuera del proceso electoral, que no sobra decir, aún falta un año para que arranque legalmente.
Es para sorprendernos que sí, obedientes a la instrucción funcionarios estatales y quienes ostentan cargo de elección popular hicieran durante la semana, públicas sus aspiraciones e iniciaran “visitas” (por no decir actos de promoción) en horario y días laborales a pobladores en diversas zonas del estado. Y todavía más sorprendente es que se mantengan es esos cargos públicos. Entonces, ¿quién pagará viáticos de esa promoción anticipada? Sí, el erario público, los impuestos de la población.
Ante esto, vemos una autoridad electoral omisa, pues ante nuestros ojos, por medios oficiales, servidores públicos manifiestan sus intenciones en una flagrante violación a la ley electoral, aquí la cita del artículo 200 Bis por si aún existirá duda: “Ningún ciudadano podrá realizar actividades propagandísticas y publicitarias, con el objeto de promover su imagen personal, de manera pública y con el inequívoco propósito de establecer su postulación a un cargo de elección popular. Exclusivamente podrán realizar tales actividades aquellos ciudadanos que participen dentro de un proceso de selección interna de candidatos a cargos de elección popular que lleven a cabo los partidos políticos, ajustándose siempre a los plazos y disposiciones establecidos en este Código”. Sé que dirán algunos que esto los hará incurrir en una falta que al final dará por resultado la negación del registro, lo que es seguro. Pero mientras eso sucede ¿debemos permitir que se promuevan con recursos públicos?
Esos adelantados debieran elegir mejor a quién presentan oído, pues en el consejo pudiera venir la traición, y aun que eso es los que sucede en el partido en el poder y pudiera no importarnos, lo que si debemos y señalamos es que la ley está para cumplirse, los recursos no se deben desviar y la autoridad electoral no debe estar ausente.
Y una última reflexión: ¿acaso los números de aprobación, según la encuestadora nacional Mitofsky que arroja tan solo un 38% de aprobación al ejecutivo del estado, lo fuerza a adelantar el proceso? ¿distractor ante la caída libre?
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