Tal y como se adelantó en Puebla Roja, no ocurrió un crimen político en Pahuatlán como se había especulado en un principio y la principal línea de investigación es un ajuste de cuentas relacionado con el narcomenudeo.
Es importante esta aclaración porque después del doble asesinato y las tres personas que resultaron heridas, se intentó mezclar el ataque con temas políticos y eso derivó en los desmanes en el Palacio Municipal.
La precisión del motivo del ataque devolverá la calma política, pero no social por el reclamo de justicia y seguridad en Pahuatlán.
El gobernador del estado, Miguel Barbosa, dejó en claro que se investigará a fondo el tema del ataque para ubicar a los responsables.
Ante tal circunstancia, sería bueno para el proceso electoral establecer un cerco de vigilancia en ese municipio para que las campañas y el proceso del próximo 6 de junio se realicen en calma.
A nadie le conviene que la violencia se haga presente en esta etapa del cierre de las campañas y en plena jornada electoral.
Por eso la advertencia del gobernador a los líderes de las mafias de ambulantes, Martín “N” y Federico “N”, que operan en el Centro Histórico de Puebla para que ni se les ocurra intentar intervenir en el proceso electoral porque no lo van a permitir.
No hay que olvidar que, en las elecciones del 2018, la banda de El Grillo “reventó” el proceso electoral en la capital poblana con balaceras ordenadas por morenovallistas ante el avance de Morena en la capital y la derrota del PAN.
Por eso, Miguel Barbosa ya advirtió que no se va a permitir que ocurra lo mismo.
Por el bien de todos los poblanos, así debe hacer.
Deben existir campañas y una jornada electoral sin violencia.
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