A nadie debe sorprender la reunión entre el gobernador, Miguel Barbosa, y el candidato ganador a la Presidencia Municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
Fue una reunión necesaria para dejar en claro que ambos van a trabajar en beneficio de la ciudad de Puebla.
No hay acuerdos, ni pactos, sólo un encuentro marcado en la civilidad política que tanto hace falta en el estado de Puebla, para entender que puede hacer trabajo coordinado entre las autoridades estatales y municipales.
Desde luego que hay personas que creen que este encuentro tiene algo de fondo, pero no es así.
Es un encuentro que marcará la próxima administración municipal, debido a que el pleito que tiene el gobernador, Miguel Barbosa, y la presidenta municipal con licencia, Claudia Rivera Vivanco, lo único que provocó es que aumentara la inseguridad en la ciudad, que los ambulantes se apoderaran del Centro Histórico y que no hubiera obras y servicios de calidad.
Eso debe terminar por el bien de todos los poblanos.
Es momento de que las cosas mejoren en la capital poblana, debido a que miles de poblanos votaron a favor de Lalo Rivera para que las cosas cambien y que el gobernador Barbosa pueda trabajar con las autoridades municipales.
La reunión de ayer debe quedar en un pacto de civilidad y no político.
En el 2024, inminentemente, las cosas cambiarán y Lalo Rivera y Miguel Barbosa van a ir por caminos distintos.
Pero, por ahora, la relación es sana.
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