El pueblo es una comunidad de memoria, la Nación es una comunidad de esperanza, de proyecto, de futuro; el pueblo es una comunidad de pasado, la Nación es una comunidad de futuro
Carlos Castillo Peraza
Nota Aclaratoria: La semana pasada la columna sufrió una alteración en el título en la versión impresa del Diario, por lo que aprovecho la ocasión para hacer la aclaración correspondiente, el título es: Retos de la Asamblea Nacional del PAN.
Acción Nacional somos todos sus militantes a lo largo de la historia, cada mujer y cada hombre que se suma a esta gran causa en favor de México, se hace parte de la historia de nuestro partido, desde el militante “de a pie” hasta el que cumple con las mal altas responsabilidades es, y representa lo que es el PAN. Por ello, dar un listo reconocimiento a esos hombres y mujeres que han tenido la distinción de dirigir nuestro partido a nivel nacional debe ser motivo de reflexión y de adhesión a los principios de doctrina, de sus estatutos para enfrentar el futuro que como institución tenemos.
Con esta entrega iniciamos un repaso a la huella que han dejado los ex presidentes nacionales del PAN como una forma de reconocimiento a su trayectoria y labor en favor de Acción Nacional y de México.
El gran liderazgo e inspiración de Manuel Gómez Morin, lo hizo sin duda, el primer dirigente del PAN. Un hombre que desde joven mostró gran energía e interés por saber lo que sucedía en el país, con un espíritu incansable por trabajar en la administración pública. Su legado traspasó fronteras, pero su aportación más valiosa fue en el territorio nacional. En un principio, desde la Secretaría de Hacienda, siendo pilar de proyectos fundamentales para la reconstrucción económica del país como la desincautación de los bancos intervenidos desde tiempos revolucionarios y una serie de medidas para dar orden al régimen fiscal del país, de las cuales surgiría el impuesto sobre la renta. Fue el autor de la legislación que dio vida al Banco de México y de la primera reforma de las instituciones de crédito, además de la creación del Banco de Crédito Agrícola y encabezó al defensa de la autonomía universitaria.
Durante la década en que fue presidente nacional “se definieron los valores clave del partido que formaron los principios de doctrina, su estructura y su identidad colectiva”. Asimismo, Gómez Morin se declaraba en contra de gobiernos dedicados a actividades partidistas, del uso de los recursos públicos sin transparencia y de la impunidad de los funcionarios.
El primer sucesor en la presidencia del partido fue Juan Gutiérrez Lascuráin, quien dirigió al PAN de 1949 a 1956. Además de apuntalar los cimientos establecidos por Gómez Morín se involucró en el Congreso, donde con otros tres diputados, integró el primer grupo parlamentario de Acción Nacional.
Varios presidentes nacionales siguieron esa pauta, dar el salto de la vida empresarial a la vida partidista y trascender al congreso como fueron los casos de Alfonso Ituarte Servín, Manuel González Hinojosa, José Ángel Conchello, Efraín González Morfín e Ignacio Limón Maurer. En estos periodos la doctrina del PAN influyó de manera directa en acciones legislativas de los representantes panistas en su trabajo en beneficio de los mexicanos.
Otros llevaron los ideales del PAN a la contienda por la presidencia de la república y aunque el resultado no fue el esperado, todos demostraron capacidad para transmitir las ideas panistas y contagiar un espíritu fuerte que abría en aquellas primeras ocasiones, una alternativa al régimen que prevalecía en el país consolidando así dando así los triunfos de Acción Nacional. Este fue el caso de los presidentes nacionales José González Torres, Efraín González Morfín y Pablo Emilio Madero Belden, todos con una trayectoria de contribución y con el ideal de una mejor nación.
Otra manera en la que han sobresalido quienes han estado al frente del PAN nacional es la gran aportación a través del estudio y profundización del humanismo político, eje rector de la doctrina de Acción Nacional. La amplia formación académica y filosófica de Adolfo Christlieb Ibarrola, Efraín González Morfín y Abel Vicencio Tovar les permitió, ser sujetos de reflexión y así hacer planteamientos sobre la manera de gobernar, sobre decisiones en torno a políticas públicas y posturas institucionales. Su contribución se ve reflejada en numerosos tratados donde se plasma la ideología del PAN.
El trabajo de Adolfo Christlieb Ibarrola llevó al PAN a definirse como una oposición responsable, adoptando un estilo de mayor diálogo con el gobierno. Siguió el modelo de la Democracia Cristiana, pero se alejó de la posición de un partido clerical.
La actitud de mayor cooperación logró resultados, como en 1963 cuando Adolfo López Mateos apoyó la introducción de los Diputados de minoría, por lo que los nuevos Diputados integrados al congreso pudieron aportar en la legislación electoral, de inversión extranjera y laboral.
Todos estos líderes, representan la primera etapa de las dirigencias del partido desde 1939, año en que se funda nuestro instituto, y hasta 1884; periodo en que se reafirmaron los principales ideólogos, las primeras batallas memorables y se sembró la semilla del orgullo por esta institución que tanto ha aportado a nuestro país.
Invito a seguir en próximas semanas este recorrido histórico.
“Mientras México no se comprenda a sí mismo, mientras no revise sus antecedentes, mientras no vuelva a pensar sobre su propio pensamiento, no se ve cómo pueda construirse una nación… hay que repensarnos… no seguir llamándonos liberales o conservadores, revolucionarios o reaccionarios, marbetes sin sentido… sino empeñarnos lealmente, generosamente, en la reconstrucción de México”.
Miguel Estrada Iturbide.
*Presidente Estatal PAN Puebla
@rafamicalco
