El pasado 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer y se ha convertido en un faro para la protesta y unidad de todas las miles de mujeres alrededor del mundo que marchamos para hacer visible nuestra lucha contra la inseguridad, la desigualdad de género y las diversas formas de violencia que enfrentamos. Pero… ¿por qué más marchamos? Cada mujer tiene sus motivaciones personales, sus propias batallas y su proceso de deconstrucción, historias que las motivan a exigir un cambio. Es claro que manifestarnos es un acto más que necesario para visibilizar nuestras demandas y exigir un México mejor y más seguro para todas.
En México, diariamente 11 mujeres son asesinadas y solo el 25% de estos casos termina con una sentencia condenatoria y con procesos sumamente revictimizantes. La respuesta de las autoridades debe ir más allá de declaraciones y “alertas”; es imprescindible implementar acciones concretas. Este 8M las mujeres marchamos para exigir justicia, legislaciones efectivas, legalización del aborto seguro y gratuito, educación sexual integral, atención médica y psicológica de calidad, y el cierre de brechas de desigualdad.
El feminismo toma las calles cada año para hacernos comprender que los problemas son estructurales y que demandan soluciones integrales. Marchamos también, para recordarle al Estado que no somos casos aislados, que todas merecemos una vida digna y segura. Las mujeres no nos conformamos con sobrevivir en un país con menos oportunidades; rechazamos categóricamente la indiferencia y exigimos un México más seguro.
Marchamos para recordarle al país que merecemos un gobierno que responda a nuestras necesidades, que atienda las problemáticas desde diversas perspectivas y que promueva un cambio positivo en nuestras colonias y comunidades.
Las feministas alzamos la voz con determinación, como dice la consigna, no somos 1, no somos 10, somos el 52% de la población las mujeres que exigimos vivir en un país que sea mejor y más seguro. Marchamos no solo por nuestros derechos y por justicia, sino también para exigir un México donde las oportunidades realmente sean para todas y donde las mujeres puedan vivir libres de violencia.
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