Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
Nadie puede negar que el actual gobierno de Miguel Barbosa tiene varias asignaturas pendientes que mejorar y en las que trabajar de manera urgente en lo que resta de la administración 2019-2024.
El gobierno barbosista, como ninguno otro, ha sido turbulento y sui generis por todos los factores externos que han complicado el accionar del Ejecutivo local, pero los resultados en materia de seguridad, combate a la corrupción y finanzas sanas, en este primer año, están a la vista de todos.
La administración de Barbosa Huerta inició en medio de una severa crisis de gobernabilidad provocada por el Fraude Electoral de los Moreno Valle en el 2018; recibió la estafeta de un gobierno interino que lo dejó sin recursos para sus primeros cien días; y ha tenido que dedicar todos los esfuerzos al combate de la epidemia del Coronavirus desde los primeros meses del año en curso.
Contra corriente, el mandatario poblano ha logrado estabilizar a un estado sumergido en una imparable ola de violencia, con escándalos de corrupción indignantes y con la oposición de ciertos grupos que se empoderaron durante el oscuro régimen del siniestro Rafael Moreno Valle, que se niegan a perder sus privilegios obtenidos durante los malogrados gobiernos del PAN.
Y es que, Barbosa recibió de Moreno Valle una casa en ruinas y con severos daños estructurales, la cual, poco a poco, se ha puesto otra vez en pie.
El gobernador poblano, quien, repito, tiene mucho que corregir en lo que resta de su administración, no sólo puede presumir los resultados en materia de seguridad y el combate frontal al crimen organizado, que tuvo vía libre para operar en Puebla gracias al halo protector del morenovallismo, también puede ufanarse de la limpia de la corrupción heredada por Moreno Valle.
En sus primeros 12 meses, Miguel Barbosa extirpó el cáncer que Rafael dejó muy enquistado en el gobierno del estado, el cual se convirtió en un sistema económico que benefició a un puñado de hampones y que sirvió para financiar sus sueños presidenciales con el desvío de cientos de millones de pesos del erario de Puebla.
Barbosa emprendió una serie de medidas como la investigación a las administraciones que lo antecedieron desde 2010 al 31 de julio de 2019, denunció la venta de niños desde el DIF estatal y canceló 29 notarias chocolate.
También evidenció que se expidieron títulos patito a panistas, y Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOES) de manera irregular.
Miguel Barbosa está decidido a aplicar la ley contra los exfuncionarios que lastimaron a los poblanos, pues solicitará a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) la apertura del Caso Chalchiuapan, para que sean sancionados el exsecretario de Seguridad Facundo Rosas y Víctor Carrancá, exprocurador de justicia.
La detención de Eukid Castañón validó la cruzada contra la corrupción morenovallista.
http://Ver: Primer año de Barbosa: limpia corrupción morenovallista y encarcela a Eukid N.
Además, el gobernador emanado de Morena desnudó, en apenas unos meses, a la maquinaria financiera con la que el extinto priista operó las elecciones del 2013, 2015 y 2016 y con la que se robó los comicios del 2018.
A diferencia del pasado en el que Puebla fue hipotecada, Barbosa Huerta, a la fecha, pagó casi 900 millones de pesos de la megadeuda heredada por el gobierno de Rafael Moreno Valle.
Para junio de 2020, el último reporte emitido por el gobierno estatal, el monto bajó a 17 mil 255 millones de pesos.
El gobierno de Barbosa para nada ha sido fácil.
Sin embargo, se camina firme y con un sello propio más cercano a la ciudadanía y muy alejado de aspiraciones políticas personales.
A un año de que la barredora de Barbosa arrancó motores el saldo, sin duda, es positivo.
La carta aclaratoria de Othón Muñóz Bravo
Tras la entrega del pasado 22 de julio de las Historias de un joven reportero titulada “El tufo a huachicol que envuelve al Pastro Fraile”, Othón Muñóz envío una larga carta aclaratoria en la que no aclara nada y en la que deja claro que le molesta mucho que le digan “El Cachetes”.
http://Ver: El tufo a huachicol que envuelve al Pastor Fraile
Para cumplir con la obligación que me confiere dejó ante los lectores de esta columna, el escrito plagado de faltas de ortografía y errores de redacción que el supuesto “empresario” se queja amargamente por recordarle su pasado cercano.
Por cierto, Franciso “El Pastor” Fraile no se apellida “frailer” (sic), señor Othón.
Servido.