El #9M, el llamado “Un día sin nosotras” ha llegado. En Puebla la respuesta ha sido, aparentemente, de respaldo y apoyo a todas las mujeres que quieran sumarse al paro nacional.
Sin embargo, el concepto ha sido criticado, burlado e incluso minimizado, tanto por hombres como por otras mujeres. La clave que denotara que el ejercicio es un éxito es si todas las que se añadan a la inciativa en verdad cumplen con el propósito del día que es desaparecer.
No es un día de asueto, no es un día de descanso, es un día de desconexión, de omisión de los roles que se han consignado históricamente y por un patriarcado, es un día que genere la respuesta a la pregunta: ¿qué pasaría sin nosotras, las mujeres?.
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Habrá que ver si las empresas poblanas no están mostrando “doble moral” en el movimiento “El 9 nadie de mueve”, ya que algunas de ellas anunciaron que no descontarán el día a las trabajadoras que quieran manifestarse sin ir a sus centros de trabajo. Sin embargo, más de una firma, podría solo haber dado el anuncio y convencer al sector femenino de que son “vitales” para laborar.
En este espacio se reciben las denuncias anónimas de las trabajadoras que se vean en esta situación, pues si las empresas usan como estrategia de marketing unirse a “Un día sin nosotras”, pero la realidad es otra, hay que exhibirlas.
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Este 12 de marzo se prevé la ratificación de la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Olga Méndez Juárez. En la Asamblea General Ordinaria Anual, sus socios decidirán si darle o no el espaldarazo para otro año al frente de este sector.
Ella entró a la presidencia de Canirac con el respaldo de Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco, ahora presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien en más de una ocasión ha quedado sorprendido por los posicionamientos de Méndez, pues ella ha mostrado una postura firme para defender a sus agremiados frente a problemas como inseguridad, sobrerregulación, intentos de corrupción, entre otros que tienen los restauranteros.
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Mostró su músculo la marea morada
Muchos y muchas, principalmente ellos, pensaron que este 8 de marzo serían pocas las mujeres que saldrían a marchar, tremendo error.
La fila era interminable tanto en reforma a la 11 sur así como de 16 de septiembre a bulevar 5 de mayo.
Aunque no llegó al número de los universitarios que marchó el 5 de marzo, superaron las expectativas. Algunos contaron 10 mil mujeres otros más 20 mil, lo cierto es que la plancha del zócalo estaba inundada.
Quizá esta ha sido la manifestación más grande que ha tenido Puebla donde las mujeres fueron las protagonistas principales.
Fue tanto el éxito que las pintas, aquellas que indignan tanto a los enanos mentales, pasaron a segundo plano.
Felicidades a todas y a todos que marcharon para exigir un alto a los feminicidios