A veces, el talento está en donde menos lo esperas, o mejor dicho, en donde nadie lo busca. Uno pensaría que los grandes cantantes se encuentran en elegantes salas de conciertos o en exclusivas escuelas de música, pero no siempre es así (o al menos no al principio). Esta es la historia de María Reyna González, una mujer oaxaqueña que salió de su pueblo para cumplir su sueño de ser cantante de ópera.
Algunas personas tienen la habilidad de cantar, pero pocas tienen el privilegio de hacerlo bien. Y con “bien” me refiero a la facultad de transmitir sentimientos, impactar o conmover a las personas, despertar emociones y, por supuesto, deleitar el oído con un sonido agradable, todo esto sin importar el género musical del que se trate.
María Reyna Gonzalez López es una de esas personas que nacieron con la habilidad de cantar de una manera extraordinaria. Sin embargo, su carrera como soprano no ha sido nada fácil, a pesar del gran don que tiene. Su primeras actuaciones fueron a la edad de 8 años, en el coro de su escuela en Santa María Tlahuitoltepec, municipio localizado en la Sierra Mixe de Oaxaca.
Uno de sus profesores se percató del gran talento de la niña y la animó a participar en concursos de canto locales. Cuando ella tenía 12 años formaron un pequeño grupo musical que se presentaba en restaurantes. Con el dinero que María ganaba logró cursar la secundaria, un verdadero logro si tomamos en cuenta que en su localidad el grado promedio de escolaridad es 5.9 (casi sexto de primaria).
Para poder continuar con su carrera como cantante, María necesitaba dominar el español (en su localidad la mayoría de las personas hablan en mixe, su lengua natal), por lo que a la edad de 15 años se trasladó a Guadalajara para trabajar, seguir estudiando y practicar el idioma. Con la ayuda del profesor Joaquín Garzón descubrió hasta donde llegaba el potencial de su voz y se dio cuenta de que es una soprano.
En mayo de 2012 el mundo conoció la maravillosa voz de María gracias a que subió un video a Youtube. En él aparece cantando Madrecita, una canción en mixe de Palemón Vargas, la cual eligió para demostrar a su madre el gran amor que siente por ella. Esta bella melodía también la ha presentado en recintos como el Palacio de Bellas Artes, en donde fue ovacionada por los espectadores.
Actualmente cursa la Licenciatura en canto en la Escuela Diocesana de Música Sacra en Guadalajara, una de las carreras con más alta demanda en la región. Luego de años de trabajo, tanto en el ámbito de la música como en la cultura de su pueblo, María ha logrado un increíble sincretismo entre la ópera y la lengua mixe.