Carlos Gómez / @gomezcarlos79
La escalada de violencia registrada en las últimas semanas en la capital poblana y la zona metropolitana empañan el trabajo que hacen las autoridades municipales y estatales en el combate a la delincuencia.
Los cuerpos descuartizados que dejan encobijados y embolsados mandan una señal de inseguridad.
Lo ocurrido en el parque de Las Ninfas es una clara señal de reto a las autoridades.
Afortunadamente ayer se aplicó un operativo por parte de la Fiscalía General del Estado en una de las vecindades del barrio de Santiago y se presume que los detenidos sean los responsables de dejar el cuerpo desmembrado en diversos días en el parque de Las Ninfas.
Sin embargo, la sensación es que los grupos delictivos pueden operar con toda impunidad en zonas de la ciudad de Puebla, Amozoc, San Pedro y San Andrés Cholula.
En San Andrés Cholula, las cosas están muy complicadas en materia de seguridad y ayer la balacera por el intento de asalto a un militar retirado es un claro ejemplo.
La muerte de un ladrón derivado del enfrentamiento es apenas un ejemplo de la zozobra con la que se vive en el municipio gobernador por Edmundo Tlatehui.
Los esfuerzos de Gobierno de Eduardo Rivera también se ven empañados por los embolsados de las últimas semanas.
Urge frenar la ola de violencia en la capital y la zona metropolitana.
La sensación es que la estrategia de seguridad no es suficiente en el combate a la delincuencia.
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